Correos definió el año 1999 como el de la calidad. Desde entonces se empezaron a poner en marcha una serie de procesos para mejorar la organización, con el enfoque del modelo europeo de calidad basado en los ejes siguientes: clientes, personal, impacto social y organización interna.
Algunos de los proyectos desarrollados desde entonces han sido:
• Mejora de la calidad del correo internacional.
• Adaptación de los turnos de trabajo en los centros de tratamiento, a los flujos de la correspondencia.
• Normalización y mejora de procesos.
• Reorganización de las carterías, de la red de transporte y de las zonas.
• Red aérea nocturna.
• Aumento progresivo de la clasificación automática sobre todo en los turnos de noche.
• Contenerización para eliminar aros y sacas.
• Informatización de las unidades para un mayor control de los procesos.
Los equipos de mejora: lo que Correos promueve a través de estos equipos es una mayor implicación y participación para así potenciar el trabajo en equipo. Ello lleva implícita una mejora en las relaciones y la comunicación en sentido horizontal y vertical. Así se pueden obtener mejores ideas y su aplicación práctica será más sencilla al ser asumida de forma natural por los miembros del equipo. Se trata de hacer pequeños grupos que dispondrán de una metodología fija en la que se concretan plazos de inicio y finalización, así como la evaluación de los resultados.
Desde la dirección de zona se autoriza la constitución de estos equipos y se define el plan de acción, así como los medios necesarios para el trabajo que deberá circunscribirse a estos aspectos: respeto a la normalización de los procesos y a los objetivos estratégicos de Correos, no afectarán a los sistemas de información ni a materias reguladas en la ley o en la negociación colectiva.
Los equipos de mejora seguirán la siguiente metodología:
• Fase 0: Preparación del grupo y conocimiento del proceso de forma aproximada para familiarizarse con el objetivo.
• Fase 1: Identificación del tema, fijando indicadores y metas relacionados con la mejora orientada hacia los clientes.
• Fase 2: Situación actual del problema, midiendo parámetros definidos para objetivarlo.
• Fase 3: Análisis de las causas, distinguiendo las potenciales de las principales.
• Fase 4: Planificación e implantación de las acciones de mejora. En esta fase se comunican las decisiones al coordinador de calidad.
• Fase 5: Verificación de la mejora para comprobar su eficacia. Si el resultado no fuera satisfactorio, habría que retroceder a la fase anterior.
• Fase 6: Evitar que el problema se repita mediante información adecuada o estableciendo un protocolo.
• Fase 7: Planificación con relación a los problemas pendientes y evaluación interna del equipo. Los resultados se compartirán con el coordinador de calidad, el jefe inmediato y la dirección de zona.